Quizá es contradictorio hablar sobre igualdad de género y mundos sostenibles, mientras presenciamos una guerra cuyas imágenes han tomado las redes sociales y medios de comunicación. Sin embargo, valga como un recordatorio de que individual y colectivamente, somos corresponsables de nuestro entorno social y ambiental.
Este año, la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres tiene como lema: “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible” y pretende reconocer a las mujeres y niñas que lideran iniciativas para lograr un mundo más sustentable.
Hasta ahora, la evidencia científica apunta hacia un escenario donde los más vulnerables experimentarán los peores efectos del cambio climático, y las mujeres aún conforman un grupo vulnerable, ya que constituyen la mayoría de los pobres y, por tanto, dependen más de la estabilidad de los recursos naturales.
Por otro lado, si algo quedó demostrado durante la pandemia COVID-19 es el hecho de que la comunicación a distancia apoyada en recursos tecnológicos hizo posible que millones de personas pudieran continuar colaborando virtualmente en sus entornos laborales, educativos, sociales, etcétera. En este sentido, podemos también inferir que en un mundo donde la movilidad de las mujeres se ve limitada por razones sociopolíticas, económicas y sociales, la educación a distancia puede ser una herramienta poderosa que facilite su acceso a la formación académica en niveles hasta hace poco difíciles de alcanzar, incluso para sus pares varones.
La pandemia también nos mostró que podemos hacerlo distinto en cuanto a nuestra relación con el ambiente, ya que los datos señalan que por el simple hecho de permanecer en nuestras casas, redujimos significativamente nuestra huella de carbono.
La educación a distancia, que es parte de nuestra razón de ser, no sólo hace posible que grupos subrepresentados como las mujeres, especialmente aquellas que experimentan opresiones múltiples, puedan acceder a opciones formativas difícilmente accesibles para ellas de manera presencial, sino que también puede suponer alternativas amigables con el ambiente que, en el largo plazo, podrían implicar una diferencia importante en términos de reducción de riesgos ambientales globales. Esto refuerza la idea de la educación online como una alternativa poderosa a nivel social y ambiental.
La razón de ser de Edvolution versa, en más de un sentido, en el ámbito de los planteamientos hechos por la Organización de las Naciones Unidas en torno al Día Internacional de las Mujeres 2021, y ubica a nuestro quehacer en una dimensión con profundas implicaciones sociales, ambientales y éticas. En virtud de ello, y conscientes de que forma es fondo, reiteramos nuestro compromiso con hacer de este un mundo más equitativo, más limpio y mejor para todas las personas, más que como buenos deseos, como una acción constante y colectiva.